
seremos sal y abismo en la memoria.
Tú serás un invierno aletargado;
yo seré la costumbre de amar sola.
Tendremos alquilado el sol de enero,
el mapa ciego de una caracola,
artritis en las rimas de los besos.
Tú serás la paciencia y yo la euforia.
Sabremos que el futuro no es mañana,
que el todavía es un siempre si es ahora.
Tú sabrás corregir la desbandada,
yo citaré a la luna a cualquier hora.
Habremos soterrado las huidas,
las ciudades, los reinados, las razón.
Tú tendrás que calmar las tempestades
y yo ya nunca haré caso al corazón
Volveremos a vernos. Es urgente;
hoy las prisas se han vuelto inevitables.
Volveremos a amar. Es necesario;
contaremos estrellas y lunares
Ha llegado el momento, proscribamos
este futuro incierto inhabitable.
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